Casa con un total de 375 m2 construidos en una parcela de 884 m2 en La Bonanova, Palma de Mallorca, dividido en 2 apartamentos en planta baja con terrazas privadas, más 1 apartamento en 1a planta con jardín privado y varias terrazas grandes de uso privado. Los dos apartamentos en planta baja tienen 80,92 m2 y 84,69 m2 de vivienda más 1 trastero privado por apartamento, y el apartamento en 1a planta cuenta con 124,61 m2, jardín de 527,84 m2, 3 trasteros, varias terrazas cubiertas y descubiertas, porches, barbacoa y aljibe de uso privado. Cada apartamento dispone de 3 dormitorios, 1 baño, salón, cocina y vestíbulo. La parcela tiene acceso desde 2 lados. Según normativa, se pueden construir 2 viviendas de 220 m2 cada una con piscina. La Bonanova es un barrio tranquilo y residencial en Palma de Mallorca, conocido por sus vistas panorámicas de la bahía de Palma y su cercanía al castillo de Bellver, rodeado de un bosque que es el espacio natural perfecto para pasear y hacer deporte. Con su mezcla de elegantes villas y apartamentos, La Bonanova atrae tanto a locales como a residentes internacionales que buscan un entorno familiar a pocos minutos del centro de Palma. La Bonanova destaca por su estratégica ubicación, ofreciendo fácil acceso al casco antiguo y a las Avenidas, además de estar cerca de hospitales, colegios internacionales, el aeropuerto y las playas de Cala Major e Illetes. Imagínate transformar cada rincón de esta casa en La Bonanova, Palma de Mallorca, con sus 3 apartamentos en un oasis de calma, donde cada espacio cuente una historia diferente: desde un salón lleno de luz hasta una terraza para disfrutar de atardeceres mediterráneos. Podrías alquilar los apartamentos, o vivir en el apartamento más grande tu mismo, rodeado de las plantas de tu jardín, que te da todo el espacio que necesitas para disfrutar de barbacoas familiares y tus hobbies. O, con una reforma total, podrías unificar los apartamentos y crear un hogar lleno de detalles únicos, con una piscina bonita rodeado de terrazas, donde cada mañana se sienta como unas vacaciones permanentes.